La radioterapia es un tratamiento del cáncer que usa altas dosis de radiación con las cuales se logran destruir las células cancerígenas o alentar su crecimiento al dañar su ADN, de igual manera se ocupa de la destrucción de tumores.

Es importante resaltar que a radioterapia no destruye en una sola sesión las células cancerosas, es necesario someterse a varios días o semanas de tratamiento antes de que el ADN esté dañado lo suficiente para que mueran las células cancerosas y sean desechadas por el organismo.

El dolor causado por el cáncer que se ha extendido a los huesos puede ser tratado con medicamentos de radioterapia sistémica llamados radiofármacos.

Existen dos tipos principales de radioterapia, la de haz externo y la radioterapia interna; sin embargo, el tipo de radioterapia que es determinada por factores como:

  • El tipo de cáncer
  • El tamaño del tumor
  • La ubicación del tumor en el cuerpo
  • Qué tan cerca esté el tumor a tejidos normales sensibles a la radiación
  • Su salud en general y su historial médico
  • Si usted tendrá otros tipos de tratamiento contra el cáncer
  • Edad
  • Otros padecimientos médicos

Radioterapia de haz externo

Esta terapia enfoca la radiación a tu tipo de cáncer enviándola desde muchas direcciones a un solo punto, lo cual permite que solo una parte específica de tu cuerpo la reciba. Es realizada con una máquina no te toca, pero puede moverse a tu alrededor.

La radioterapia de haz puede reducir el tamaño de los tumores para tratar el dolor y otros problemas causados por el tumor, tales como dificultad para respirar o la falta de control de la vejiga y del intestino.

Radioterapia interna

Es un tratamiento en el que la fuente de radiación ya sea sólida o líquida se pone dentro de tu cuerpo. La que requiere una fuente sólida se llama braquiterapia.

En este tipo de tratamiento, semillas, listones o cápsulas que contienen una fuente de radiación se colocan en el cuerpo del tumor o cerca de él.

Al igual que la radioterapia de haz externo, esta es un tratamiento local y trata solo una parte específica del cuerpo. Al recibir este tratamiento la fuente de radiación en el cuerpo la emitirá por algún tiempo.

La radioterapia interna con una fuente líquida se llama terapia sistémica, lo que significa que el tratamiento se lleva en la sangre a los tejidos de todo el cuerpo en donde localiza y destruye las células cancerosas.

Con radiación sistémica, los fluidos corporales como la orina, el sudor y la saliva, emitirán radiación por algún tiempo.